La Estrategia de Desarrollo Sostenible y el donut de Raworth

El objetivo es disponer en junio de este año de una Estrategia de Desarrollo Sostenible que garantice que España responda al reto de la Agenda 2030. Esta estrategia se presentaría en el Foro Político de Alto Nivel de NNUU. En este proceso, las entidades de Futuro en Común estamos representadas en el Consejo de Desarrollo Sostenible, en el que confluye una amplísima variedad de sectores (sindicatos, universidades, asociaciones empresariales, asociaciones agrarias y ambientalistas…). Junto a REDES figuran como entidades eclesiales Cáritas y Manos Unidas. Una primera valoración desde Futuro en Común es el escaso tiempo de reflexión que se brinda a las entidades sociales, en esta primera fase que busca identificar los retos y grandes transformaciones necesarias.

La propuesta de Futuro en Común se basa en 6 elementos entre los que destacamos el cambio de modelo económico y fiscal, el sistema de cuidados y el liderazgo internacional basado en los DDHH y la solidaridad. En este marco se citan explícitamente reivindicaciones de las socias de REDES como la Ley integral contra la Trata de Seres Humanos o la Ley de Diligencia Debida para empresas y DDHH. Otra preocupación fundamental de Futuro en Común desde el inicio de este proceso es la Coherencia de Políticas en el Desarrollo Sostenible (CPDS).

Como entidades eclesiales, valoramos que la Agenda2030 debe ser implementada como camino hacia una sociedad global basada en la justicia y la fraternidad. La Doctrina Social de la Iglesia nos impulsa en este proceso, especialmente el magisterio de Francisco, que resalta la conciencia de una única crisis ecosocial en la que el grito de los pobres está conectado con el grito del planeta.

Una economía con alma

El donut, propuesto por la economista Kate Raworth, es una imagen que visualiza los dos límites de nuestra sociedad, el techo medioambiental del ecosistema y el suelo de las necesidades básicas de las personas. 

Durante toda la historia y desde todas las tradiciones espirituales se han levantado voces que reclamaban la defensa de las personas excluidas en cada época. Pero la sociedad opulenta hemos sido capaces de incorporar en nuestra cotidianidad el clamor de los pobres que nos llegaba a través de nuestros muros. Solo 250 años de depredación ambiental han bastado para que nos tomemos en serio, este sí, el grito del planeta, pues este nos coloca contra las cuerdas de manera efectiva.

La Agenda 2030 es una oportunidad para confluir con el resto de la sociedad civil desde nuestros centros educativos, parroquias, comunidades, instituciones. Los Objetivos Laudato Si nos impulsan desde la fe. Frente al pecado estructural, ejercer la caridad estructural.