Acuerdo sobre los minerales en conflicto: ¿Una oportunidad perdida para la Unión Europea?
El jueves 16 de marzo, el Parlamento Europeo votará el proyecto de ley sobre «minerales de conflicto», un reglamento para garantizar que los minerales importados en la UE no violen los derechos humanos y no financien conflictos armados a través del mundo.
Debatido durante mucho tiempo, el texto es menos ambicioso hoy que el proyecto propuesto originalmente por el Parlamento, para consternación de la sociedad civil.
Desde 2010 ya, la UE hizo estas promesas: la creación de un área de transparencia en las cadenas de suministro europeas que contienen recursos minerales. Estaño, tungsteno, tántalo y oro, son los cuatro minerales, considerados por el legislador a causa del tráfico internacional que involucra su extracción. Casi el 98% de la extracción de oro que se exporta ilegalmente proviene del este de RD Congo. Además de la pérdida que supone para las arcas de las autoridades locales, este tráfico constituye también una fuente de ingresos importantes para los grupos armados que siguen ocupando más de la mitad de las minas artesanales de esta región.
Un marco europeo necesario
Sobre la base de las directrices sobre la «diligencia debida» de la OCDE, la Unión Europea ha decidido establecer un sistema de compromiso que exija a las empresas europeas asegurar que su suministro de minerales se extraen en condiciones respetuosas de los derechos humanos. El proyecto preveía cubrir la totalidad de las cadenas de suministro obligatoriamente; aguas arriba (fundiciones, refinerías, minerales en bruto y los importadores metales) como aguas abajo de proveedor de productos acabados (GSM, tabletas, coches …) .Sin embargo, se ha constatado que, tras de largas negociaciones entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo, se han hecho muchas concesiones a las empresas que no se han mostrado dispuestas a consentir este esfuerzo de «diligencia debida». La lista blanca de empresas, los umbrales de importación por debajo de los cuales no se debe rendir en cuenta, o la autoregulación de las empresas al no ser de cumplimiento obligatorio en toda la cadena de susministro… son debilidades de una legislación sobre la sociedad civil condena: «Todo esto deja un sabor amargo, una sensación de medias tintas», explica Fischer Axelle, Secretario general de la ONG Justicia y Paz «aunque esta es una iniciativa importante, hoy tenemos la impresión de que esta ley es una red cuyas mallas son demasiado grandes para alcanzar los objetivos establecidos.»
La oportunidad de un enfoque integrado
Además de centrarse en las importaciones europeas, el texto también prevé medidas de acompañamiento en el campo de la diplomacia y la cooperación técnica. Una necesidad indispensable, según Giuseppe Cioffo, Responsable de Programas y Políticas de EurAc, la Red Europea para África Central: «Si queremos romper esta dinámica de violencia relacionada con el comercio ilegal de minerales, habrá que aprovechar esta palanca política y presionar para una gobernabilidad en el sector minero que involucre a los actores de base y la sociedad civil «. Se trata de un complemento a la ley que ahora resuena como la última oportunidad para muchas zonas en riesgo en todo el mundo, para poner fin definitivamente a la «maldición de los recursos».
Para más información, lee la publicación de nuestro compañero Guillermo Otano de ALBOAN quien lidera el grupo Español con quienes REDES viene colaborando en esta campaña:
http://elpais.com/elpais/2017/03/10/planeta_futuro/1489161724_873110.html
http://elpais.com/elpais/2016/05/09/opinion/1462790185_607565.html
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