Al concluir la COP30, el departamento de Ecología Intergral de la CEE convocó el 9 de diciembre a distintas organizaciones de la sociead civil para recoger ecos y mostrar caminos para continuar la reivindicación de una transición ecosocial justa tal como habían reclamado antes de esta esperada cita.
En la Fundación Pablo VI se reunieron María del Carmen Molina, miembro del Departamento de Ecología Integral de la CEE; Pablo Berrechenea, por parte de ECODES; Pedro Zorrilla, en representación de Greenpeace – España y el Hno. Tagoy Estelou, agustino recoleto presidente de Arcores en representación de REDES – Enlázate por la Justicia.
Los distintos ponentes hicieron el esfuerzo por extraer líneas de esperanza a pesar de las decepciones que ha generado esta COP30. Si en la primera semana se puso en el tapete una hoja de ruta para abandonar los combustibles fósiles, la presión de los más de 4.000 lobbystas de las grandes empresas llevó hacia una declaración final absolutamente tibia. Sin embargo, como destacó al cerrar el evento Eduardo Agosta, responsable de Ecología Integral de la CEE, Colombia aglutinó un número significativo de 23 países (entre ellos España) que firmaron la Declaración de Belén con medidas concretas hacia la descarbonización, que serán relanzadas en la Conferencia de Santa Marta el próximo abril. El multilateralismo sigue vivo.
El Hno. Tagoy trajo a la mesa la voz directa de las comunidades del sur, especialmente en su Filipinas natal que ha sido azotada por tifones de fuerza sin precedentes en las semanas de la COP30. La declaración de las Iglesias del sur global es una llamada muy clara que resuena con las voces de los más de 5.000 indígenas que han marcado un hito en esta cumbre, que puede considerarse “la COP del pueblo”. Las víctimas no están solo en el sur global. La agricultura en España ya sufre también las consecuencias de la crisis climática. Edardo Agosta ha publicado estos días distintos artículos poniendo de manifiesto el orígen de fenómenos como la DANA sufrida en España hace un año.
Las empresas del sector de combustibles fósiles marcan beneficios históricos, y la UE continúa dedicando 160.000 millones de euros a financiar este sector, como denunciaban los representantes de Ecodes y Greenpeace, que podrían utilizarse para cumplir los compromisos climáticos de pasadas cumbres para acelerar la transición justa. En este contexto, ambos invitaban también a poner en valor las oportunidades que tenemos para construir nuevos modelos que eviten muertes por contaminación y desastres ambientales. Tenemos propuestas, tenemos agendas de acción concretas ya en marcha en muchos lugares del planeta. Nos apoyamos en la ciencia y en la fe, pero falta la voluntad política, como señaló Leon XIV durante la COP.
En la mesa se refrendó el compromiso de articularse como sociedad civil para exigir a los gobiernos de España y la Unión Europea pasos concretos en esta agenda de transformación, con los ojos puestos como primer hito en la cumbre de Santa Marta en la próxima primavera.