Lectura creyente, y esperanzada, de la injusticia

En las periferias “está latiendo el anhelo de Dios con una intensidad que no encontramos en otros lugares”. Estas palabras forman parte de la presentación de José Luis Segovia, Vicario Episcopal de Pastoral Social e Innovación de la Archidiócesis de Madrid, del informe «Compartiendo esperanzas desde las periferias. Mirada sobre la pobreza en los núcleos urbanos de nuestras misiones en Latinoamérica» de Misioneros Dominicos-Selvas Amazónicas.

El encuentro se abrió con la cuestión: “¿Por qué los Misioneros Dominicos en las periferias?” a la que el Prior Provincial dominico, Fr. Jesús Díaz Sariego respondía desde el deseo de acoger y conversar con el mundo que Dios ha creado, desde la compasión.

J. L. Segovia remarcó que el informe dominico destacaba por su mirada de esperanza, que no hay que confundir con el optimismo basado en indicadores (económicos, de contagios…). La esperanza cristiana se vive en la periferia, donde nada es dado por seguro, por lo que el informe invita a la extra-vagancia (transitar por las periferias).

Señalando el reciente informe FOESSA, destacaba cómo se está naturalizando la desigualdad, en cualquier geografía, pero agravada en la nuestra con una desvinculación social creciente. Para enmendar esta situación es necesaria una participación pública, la mejor política para “nivelar las asimetrías” y hacer realidad el pacto social intergeneracional. A las entidades de Iglesia nos toca especialmente inyectar valores en este camino, empezando por el anhelo de justicia.

Esa presencia pública surge al dejarnos conmover por las periferias y aunar esa compasión ante el sufrimiento de los seres humanos con la indignación (FT 68), que es una sublevación íntima en la conciencia y en el corazón ante el sufrimiento evitable. Las alusiones a Fratelli Tutti fueron varias. Junto a la caridad interpersonal (asistencia/ayuda) el papa invita a la caridad política (denuncia/incidencia). El discurso del Siervo de Yahvé igualmente, señalaba J.L. Segovia, conjuga el cuidado y la ternura con los débiles (la caña cascada) con la denuncia de las situaciones de injusticia, donde el derecho es conculcado.

Todas estas cuestiones resuenan para las entidades de desarrollo eclesiales que conformamos la plataforma Enlázate por la Justicia, que este curso estamos en proceso de reflexión para orientar nuestro camino futuro, una vez hemos concluido la campaña Si Cuidas el Planeta Combates la Pobreza. Los cuidados (cuidadanía), la presencia pública y el diálogo Fratelli Tutti – Laudato Si son los hilos conductores de esta reflexión que tendrá el próximo 28 de marzo un momento de asamblea.

Para Segovia es fundamental traducir las necesidades de las personas en derechos porque los derechos son la forma institucionalizada y universal de responder de manera digna a las necesidades y, también, porque solo los derechos hacen de dique de contención frente a los intereses que generan pobreza, exclusión y desigualdad. Insistir en la traducción de las necesidades en derechos debe ir acompañado de procesos de empoderamiento donde la fraternidad nos lleve a relacionarnos desde lugares horizontales con las personas empobrecidas, que son sujetos protagonistas y actores de su propio destino y debemos escuchar su propia voz.

El Informe “Compartiendo esperanzas desde las periferias” da cuenta de cómo la pobreza, como fenómeno socioeconómico, genera un enorme impacto en los valores fundamentales de las vidas humanas, especialmente en su dignidad. El trabajo de los misioneros dominicos pone su foco en la defensa de la dignidad de las personas más vulnerables y aporta una visión de esperanza desde el trabajo en los núcleos urbanos.

FUENTE: Misioneros dominicos

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