Una semana en la COP
J. Carlos Alcázar, miembro del grupo de Incidencia Política, ha participado como observador delegado de la Familia Dominicana en la COP oficial. Nos cuenta cómo lo ha vivido.
La llegada es un poco caótica por el tamaño de las instalaciones, la ingente cantidad de convocatorias, reuniones, etc., parece una feria, con una serie de stands y pabellones, donde empresas, países, fundaciones, consultoras y ONGD queremos vender nuestro producto. Resulta como mínimo chocante que el patrocinador de la Conferencia sea Endesa. Pero es mucho más que eso, ya que representa el gobierno del mundo y con todas sus imperfecciones, es lo que tenemos, con su democracia, su consenso y sus decisiones.
En una COP (Conferencia de las Partes) las Partes son los países que forman la ONU, más la UE, pero en las reuniones a veces participan también otras organizaciones, que pueden ser gubernamentales, empresariales, etc. y en algunos foros podemos asistir observadores. Llama la atención en las reuniones la democratización: todos los países, por pequeños que sean, tienen la misma voz y voto y aunque ya sabemos que en la realidad no es así, tiene un valor que al menos formalmente sea así. La mayor parte de las reuniones son muy técnicas, donde se discuten párrafos de documentos que vienen de otra cumbre anterior.
Una vez que te ubicas físicamente, Zona verde (sociedad civil) y Zona azul (espacio ONU) con los espacios para eventos paralelos, stand y pabellones, reuniones de las Partes, plenarios, etc. vas decidiendo tus puntos de interés.
Los medios informativos volcados en Greta. Fue muy interesante por su parte quitarse protagonismo, bien dándoselo a los indígenas o a los científicos, o dejando el lado emocional y tomando un tono más objetivo. Los pueblos indígenas han conseguido una importante presencia. Uno de los logros de la COP sería el reconocimiento formal de contar con ellos en todas las decisiones. Como en el reciente Sínodo, estos pueblos demandan poder participar en las decisiones de lo que les afecta.
Las mujeres también han sido las grandes protagonistas, aparte de los eventos del Gender Day, la perspectiva de género ha estado presente. Este ha sido uno de los temas que estuvieron a punto de malograr la cumbre, aunque finalmente se consiguió incluir una referencia a la importancia de tener en cuenta el género en todas las cuestiones, incluso en tecnología o innovación, espacios aparentemente neutros.
Las grandes dinamizadoras de la COP han sido las y los jóvenes, con su presencia en la calle y en eventos en la Zona verde y en la Azul, con su presión, sus exigencias y su inconformismo. Fue muy relevante el acto en el Ágora de la Zona verde con F. Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea y líder del Green Deal impulsado por la nueva Comisión, después de un masivo taller de propuestas.
La COP es un proceso donde los países van adoptando decisiones y compromisos que, aunque sean vinculantes, no hay consecuencias por su incumplimiento. La conciencia del problema y de la necesidad de colaboración en el caso de la crisis climática ha mejorado mucho, la inmensa mayoría de los países están muy convencidos, particularmente los pequeños y empobrecidos. El problema son algunos países grandes que tienen mucho impacto en las emisiones como China, India, Brasil y que son los han impedido un acuerdo más ambicioso, necesario para no llegar al incremento de 1,5 ºC en el 2050. Sin olvidarnos de EEUU y UE, donde la presión de grandes grupos económicos hace que en la práctica se vayan ralentizando las decisiones.
En la COP se ponen de manifiesto también los esfuerzos tecnológicos y estructurales de los países, que se muestran en múltiples eventos como: Energy off-grid Solutions to African countries (soluciones para llevar la energía a las poblaciones sin red eléctrica), Gender decisions in the UNFCC negotation, Acceleration action for a 1,5ºC resilient world (adaptación a las nuevas condiciones climáticas), Linking innovation and climate change for a world free of hunger, Carbon pricing (el problema del mercado y los impuestos al CO2, uno de los temas para esta cumbre y que no ha tenido avances).
Hay que señalar la gran fortaleza de la sociedad civil, con eventos eclesiales como el foro en la Fundación Pablo VI, otros diversos como la gran marcha por el clima y sobre todo la Cumbre Social por el Clima, celebrada en la Universidad Complutense. Esta pudo realizarse gracias al trabajo desinteresado de cantidad de personas que, después de sus jornadas laborales, participaban hasta la madrugada en labores de organización, logística o limpieza. Sin duda, una experiencia de gratuidad que construye.
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