Tejemos redes misioneras
El pasado jueves REDES propició un hermoso encuentro entre misioneros. Las participantes en la 32ª edición de la Escuela de Formación Misionera recibieron en La Salle la visita de un equipo de la Red Eclesial Panamazónica-REPAM. Acompañados por Cáritas, este equipo va de camino al Foro de Empresas y Derechos Humanos de Ginebra, donde expondrán su situación ante las amenazas y hostigamiento que sufren sus comunidades por parte de los intereses de los grandes propietarios de tierra y las empresas extractivas de madera, minería e hidrocarburos.
Rosita Cushichinari y Laura Ramírez, de Cáritas-Perú, compartiron la situación en Madre de Dios-Perú ante el avance de las industrias madereras que tratan de expulsar a los pobladores nativos, incluyendo a las comunidades no contactadas. De ese modo pueden extraer impunemente la madera sin respetar los tratados internacionales que incluyen la necesidad de que la comunidad local permita su actuación (consentimiento libre e informado).
Delva da Silva y Jairo Godinho, abogado y religioso del Verbo Divino, trajeron la lucha de la única comunidad del estado de Rondonia-Brasil que tras 20 años consiguió el título de propiedad de su territorio ancestral. La titulación es el primer paso para poder defender el derecho de los pobladores frente a otros intereses mercantiles.
Estas duras situaciones encontraron eco en las religiosas participantes en la Escuela de Formación Misionera, que describieron la situación en sus países de origen, con la minería de coltán en Congo, o la extracción de madera preciosas en Camerún, en un camino lleno de amenazas y personas asesinadas por oponerse a la actuación de estas compañías.
Las denuncias en Amazonía se acompañan desde las Cáritas locales, asociadas en la REPAM. Se forma en Derechos Humanos a las líderes locales, se incorpora abogados a los equipos pastorales y se buscan alianzas internacionales para que estas situaciones de injusticia sean visibilizadas y se avance en su solución. En respuesta a estas situaciones, REDES y Enlázate por la Justicia venimos impulsando leyes de Diligencia Debida en España y Europa, que obliguen a las empresas extractivas a prevenir, mitigar y responsabilizarse de posibles daños a las comunidades locales.
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