REDES se suma al manifiesto por la Economía Solidaria de REAS

La plataforma REAS (Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria) ha lanzado el manifiesto Pon la Vida en el Centro para promover la economía solidaria. Esta plataforma se fundó en 1995 y hoy agrupa cerca de 1000 entidades sociales y empresas.

Los ejes fundamentales de esta plataforma (Equidad, trabajo digno, sostenibilidad ecológica, cooperación, reparto justo de la riqueza, compromiso con el entorno) se alinean con la Doctrina Social de la Iglesia y son compartidos por multitud de organizaciones eclesiales. Algunas de nuestras organizaciones socias, como la Fundación Trabajo y Dignidad, de las Hijas de San José, participan en REAS como miembros de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. El manifiesto resuena en eco con los principios de la Economía de Francisco y los discursos del papa Francisco en los distintos encuentros con los Movimientos Populares. Con esta plataforma compartimos otros espacios y campañas, como la Plataforma para las Empresas Responsables que impulsa la Ley de Diligencia Debida de las empresas en DDHH y medio ambiente.

Las propuestas de la Economía Solidaria hacen frente al desarrollo de una economía capitalista, financiarizada y alejada de la economía real, centrada en el crecimiento ilimitado de la producción y el consumo al margen de sus efectos sociales y ambientales. Su único objetivo es el lucro y la maximización de beneficios, lo que produce precariedad, pobreza y desigualdad insostenibles. Se trata de un sistema no sólo económico, sino sociopolítico y cultural, basado en relaciones de desigualdad y exclusión por motivos de género, edad u origen.

La Economía Solidaria es una visión y una práctica que, dentro de la Economía Social, coloca los procesos de sostenimiento de la vida en el centro de la actividad socioeconómica, situando a las personas, comunidades y entorno ambiental por encima del capital y de su acumulación. Este modelo promueve y desarrolla iniciativas alternativas en todas las esferas del ciclo económico (financiación, producción, comercialización y consumo), desde valores relacionados, entre otros, con la cooperación, la reciprocidad, la autogestión y la solidaridad. Todo ello desde una perspectiva transformadora que persigue construir economías más comunitarias, democráticas, equitativas, inclusivas y sostenibles. 

En este contexto, reivindicamos la transición hacia nuevos modelos en los que los principios que presentamos posibiliten la generación de iniciativas, espacios y redes económica y socialmente transformadoras. Esta transformación no es solo buenos deseos, sino que debe mover también el funcionamiento interno de nuestras organizaciones, como pusimos de manifiesto en la jornada Transformarnos para transformar, del año pasado.

Con nuestro apoyo a este manifiesto, REDES mantiene el impulso por ser puente con todas las corrientes sociales liberadoras con quienes compartimos objetivos desde distintas sensibilidades. Invitamos a que las entidades de Iglesia conozcan y sigan adhiriéndose a este manifiesto.