Misión compartida
En la Jornada de la Vida Consagrada ponemos en valor el camino recorrido en REDES como experiencia de misión compartida que nació del impulso de religiosos y religiosas comprometidos con la justicia global.
El mensaje de la Conferencia Episcopal en este día destaca «su riqueza de modos y carismas, inspirados por el Espíritu Santo a través de la escucha y el discernimiento comunitario». Ese discernimiento inspiró en los años 90 la creación de distintas fundaciones y ONG, que en 2003 decidieron empezar a caminar juntas como un signo de unidad en la defensa de las personas vulnerables. Estas entidades de desarrollo nacieron en su mayoría desde las estructuras congregacionales (departamentos de la Misión, de Justicia y Paz…) y se han ido profesionalizando con la incorporación de personas laicas en los equipos técnicos y directivos. En las actualmente 54 organizaciones de REDES la presencia de la vida religiosa en los órganos de gobierno es muy significativa: 50%, frente al 60% de hace 10 años.
La hermana Teresa Pandelet, en el material preparatorio de esta jornada, señala: El panorama que el mundo nos ofrece hoy exige que nuestra esperanza sea casi heroica. Por toda la tierra se abren heridas de violencia, de injusticia, de crueldad, que desembocan en guerras, terrorismo, atentados contra la vida y los derechos humanos más elementales. Con nuestra vida sobria y sencilla queremos que el hielo de la desilusión que oprime a muchos de nuestros contemporáneos se convierta en agua fecunda de esperanza. Desde la fe y el amor, desde la luz del evangelio que nos sostiene, seguimos apostando por el hombre. Seguimos creyendo que podemos ser capaces de cambiar las cosas.
La hermana Silvia Sanchis, actual presidenta de REDES, se refería con ecos similares en el reciente XX aniversario de REDES: Juntos hemos construido historia, juntos la seguiremos construyendo porque nos quema la vida, porque aún no se ha alcanzado para nuestro mundo la justicia y la paz; porque queda mucho que transformar y mucha gente que consolar. ¡Queda mucho Reino por construir!
Este empuje por el Reino, en el que cabe la indignación frente a la injusticia, continua impulsando a REDES en su labor de Incidencia Política y Movilización Social, como recogió el año pasado el número monográfico de la revista Vida Religiosa: ONG, experiencia de comunión en la Incidencia Política, en cuya redacción participaron el religioso claretiano Miguel Tombilla y la religiosa carmelita M. José Mariño (en la foto principal junto a Mons. Agrelo), miembros del equipo de Incidencia Política de REDES.
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