Educación transformadora en Bilbao

El Pacto Educativo Global al que nos está invitando el papa Francisco nos anima a no quedarnos tranquilos en lo que ya hacemos, en lo que muchas veces se espera de nuestras instituciones. Y nos estimula compartiendo diversas prácticas educativas transformadoras en todo lugar, en los ámbitos del Derecho a la Educación, Educación para la Paz, Solidaridad y Ecología. 

Entre ellas podrían figurar las de Aprendizaje y Servicio de los centros menesianos, en coordinación con nuestra socia Solidaridad con América Latina. El equipo de Bilbao nos comparte su proyecto, centrado en que el alumnado conozca situaciones de su entorno que requieren de su apoyo. Mediante una metodología teórico-práctica fomenta la creación de espacios de participación e implicación, para que la juventud se vaya responsabilizando, haciéndose cargo, del medio en el que viven.

Cada mes reciben una tutoría sobre la importancia de la participación social, habilidades sociales, estereotipos y prejuicios, etc. La parte práctica corresponde a una colaboración semanal o quincenal con una asociación implicada con colectivos como personas mayores, personas con diversidad funcional, proyectos de infancia, personas enfermas, infancia en situación de desprotección, deporte adaptado, etc. Esta participación se concreta en talleres de manualidades, coro, clases de musicoterapia, refuerzo escolar, actividades de tiempo libre, clases de castellano…

El colegio tiene un convenio de colaboración con unos 40 centros sociales en el que ambas entidades se organizan para facilitar el seguimiento del alumnado a lo largo de todo el curso escolar. Al concluir, algunos de los 90-100 participantes deciden libremente continuar la colaboración al siguiente año, pues este aprendizaje-servicio les ha transformado.

Por otra parte, el Txoko Morea (Grupo de Igualdad) reúne a las alumnas y alumnos interesados en trabajar la igualdad de género, a través de  talleres de prevención de violencia de género, diversidad sexual e interculturalidad, nuevas masculinidades, la Biblioteca Feminista o el Proyecto INSPIRA para fomentar las carreras científicas entre las chicas. Un equipo docente vinculado al Departamento de Convivencia orienta al grupo. Su trabajo genera un proceso de reflexión tanto en el alumnado como en el profesorado y las familias. Uno de sus frutos ha sido el Plan de Coeducación.  

Las congregaciones impulsoras de las entidades de REDES desarrollan multitud de proyectos educativos que colocan a la persona en el centro y al servicio de la fraternidad. Afrontan el reto de conjugar los estándares de instrucción educativa con la fidelidad al carisma, siempre inspirado por los últimos, los descartados de cada época y lugar. Sus centros educativos trabajan para vencer la tentación de elaborar hermosos idearios, que todos podemos aplaudir, pero que no se atreven a iniciar procesos transformadores.