Ucrania, en el día escolar de la Paz
En la jornada escolar por la Paz, compartimos este testimonio de nuestras organizaciones en Ucrania.
Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022 ya ha pasado bastante tiempo. Esta guerra va dejando de ser portada en las noticias y cada vez se habla menos de ella. En este contexto, hemos realizado con Fundación Proclade un tercer viaje a Ucrania, en el cual no hemos apreciado demasiados cambios respecto a la primera vez. Sigue habiendo muchos signos de violencia, pero también de esperanza y solidaridad.
El compromiso de los misioneros claretianos y las hermanas de la Congregación de Pequeñas Siervas de la Inmaculada Concepción en la zona de refugiados en el oeste del país (Boryslav y Truskavets) sigue siendo encomiable. Se ha sumado al proyecto la contratación de Natalia, una persona que ya estaba vinculada como voluntaria, pero que ahora se puede dedicar en cuerpo y alma a la ayuda y acompañamiento de muchas personas vulnerables. Muchos son refugiados que huyen del frente, sobre todo mujeres con hijos porque sus parejas han fallecido, están en la zona de lucha o se han quedado cuidando lo poco que les queda en sus localidades de origen.
En todo ello no estamos solos. Se han enviado más de 245.000 euros gracias a la generosidad de muchas personas, pero también a la colaboración imprescindible de otras entidades como Arcores (también presente en REDES), Fundación Juan Bonal o Fundación Fomento Hispania. Con todo ello hemos podido llegar a la vida de más de 900 personas de la zona. Una ayuda de emergencia y también una atención psicológica que intenta paliar muchas de las heridas profundas de muchos de ellos.
Ucrania nos recuerda que la violencia desmedida de la guerra sigue estando presente en el corazón de Europa. Y también nos debe seguir incitando al compromiso con la paz y la construcción de una sociedad que sea defensora de derechos humanos y con capacidad de acogida.
La guerra no ha terminado (ojalá lo haga pronto) y la urgencia sigue estando presente. Nuestro compromiso es permanecer en terreno a largo plazo, junto con todos los actores que siguen trabajando. No se trata sólo de la gestión de fondos, si no de continuar apoyando (ojalá que también con voluntariado cuando la guerra finalice) y logrando la reconstrucción de todo lo perdido. No sólo lo material, sino también tantas heridas en el alma y en lo psicológico de una sociedad que sigue sufriendo el horror de la guerra.
Miguel Tombilla-Presidente de Fundación Proclade
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